"Matthew, ¿podrías hacer una llamada por mí mientras conduzco?". La miré incrédulo con una enorme sonrisa: "Por supuesto, querida, con mucho gusto". Hice la llamada.
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¿Qué tiene eso de importante? Hace dos años, por primera vez en mi vida, tuve la oportunidad de hacer algo que la gente hace todos los días. Llamé a mi hijo. Estaba tan emocionado que publiqué un artículo en LinkedIn. Desde la primera llamada, he llamado a mi médico, al director del banco, a colegas, familiares y amigos. A cualquiera.
Esta vez, mi compañera me pidió que hiciera una llamada por ella, porque confiaba en la tecnología. Sabe que funciona.
El Live Caption del teléfono Google Pixel traduce la voz a texto en tiempo real y con precisión. Puedo leer simultáneamente lo que dicen las personas y responderles de forma natural y fluida.
Soy sordo de nacimiento y siempre había llevado audífonos, hasta que hace 11 años me pusieron un implante coclear. Es un dispositivo electrónico que estimula el nervio auditivo a través de electrodos colocados en la cóclea del oído interno. Ha mejorado mi audición en un 50%.
Y no solo eso, el procesador tiene una función Bluetooth que me permite escuchar los sonidos con claridad en cualquier dispositivo con Bluetooth, como el teléfono, el teléfono celular y el Smart TV. Escuchar los nuevos sonidos también me ayuda a mejorar el habla.
La tecnología sigue mejorando mi independencia y mi calidad de vida.
Mi pareja y yo nos conocimos cuando ella visitó Londres, mi ciudad natal, desde París durante la pandemia entre los cierres patronales. Ella volvió a París durante los cierres y nos hablábamos por teléfono todos los días. Si no hubiera sido por la función Live Caption, no creo que nuestra relación hubiera florecido.
Dos años después, nos mudamos juntos a un apartamento con maravillosas vistas al río Támesis.
¡Quién dijo que la tecnología no es romántica!
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