Las prácticas de observabilidad han trasladado la conversación de la monitorización de problemas bien entendidos a ayudar a localizar el origen de problemas desconocidos en sistemas distribuidos. Hemos visto casos de éxito sacando esa perspectiva fuera del entorno tradicional de producción al aplicar la observabilidad para los pipelines CI/CD para ayudar a optimizar cuellos de botella en el testing y los despliegues. Los pipelines complejos ofrecen fricción a los desarrolladores cuando su ejecución es muy lenta o no determinista, ralentizando el feedback y reduciendo la efectividad de los equipos. Además, su rol como infraestructura crítica de despliegue crea puntos de tensión durante períodos de despliegues rápidos, como les sucedió a diferentes organizaciones que respondían a la reciente vulnerabilidad de log4shell. El concepto de trazas se traslada bien a los pipelines: en lugar de capturar la cascada de llamadas a servicios, los spans hijos capturan información de cada fase de la construcción. Las mismas gráficas de cascadas usadas para analizar el flujo de llamadas en una arquitectura distribuida pueden ser efectivas para ayudarnos a identificar cuellos de botella en los pipelines, incluso las complejas con topologías fan-in y fan-out. Esto permite focalizar mucho mejor el esfuerzo en optimización. Aunque la técnica debería funcionar con cualquier herramienta de trazabilidad, Honeycomb soporta una herramienta llamada buildevents que ayuda a capturar la información de las trazas de los pipelines. Otra alternativa para abordar la captura de información ya expuesta de plataformas CI/CD, adoptada por la herramienta de código abierto buildviz (creada y mantenida por un Thoughtworker) permite investigación similares sin cambiar los pasos de configuración en sí.