El programa DALL·E de OpenAI llamó la atención por su capacidad de crear imágenes a partir de indicaciones de texto. Ahora, Stable Diffusion ofrece la misma capacidad pero, sobre todo, es de código abierto. Cualquiera que tenga acceso a una tarjeta gráfica potente puede experimentar con el modelo, y cualquiera que disponga de suficientes recursos informáticos puede recrear el modelo por sí mismo. Los resultados son asombrosos, pero también plantean cuestiones importantes. Por ejemplo, el modelo se ha entrenado con pares de imagen-texto obtenidos a través de un amplio rastreo de Internet y, por tanto, reflejará sesgos sociales, lo que significa que podría producir contenidos ilegales, molestos o, como mínimo, indeseables. Stable Diffusion incluye ahora un clasificador de seguridad basado en la IA; sin embargo, dada su naturaleza de código abierto, la gente puede desactivar el clasificador. Por último, los artistas han señalado que, con las indicaciones adecuadas, el modelo es capaz de imitar su estilo artístico. Esto plantea cuestiones sobre las implicaciones éticas y legales de una IA capaz de imitar a un artista.