Creemos que las compañías deben adoptar prácticas de despliegue continuo siempre que sea posible. El despliegue continuo es la práctica de desplegar automáticamente a producción cada cambio que pasa las pruebas automatizadas. Esta práctica es un factor clave para lograr ciclos rápidos de retroalimentación y permite a las organizaciones entregar valor a los clientes de manera más rápida y eficiente. El despliegue continuo difiere de la entrega continua en que esta última sólo requiere que el código pueda ser desplegado en cualquier momento; no requiere que cada cambio realmente esté desplegado en producción. En el pasado habíamos dudado si mover el despliegue continuo hacia el anillo de Adopción, ya que es una práctica que requiere un alto nivel de madurez en otras áreas de la entrega de software y por lo tanto no es apropiada para todos los equipos. Sin embargo, el reciente libro de la Thoughtworker Valentina Servile Continuous Deployment proporciona una guía exhaustiva para implementar esta práctica en una organización. Ofrece un roadmap para que las organizaciones la sigan y así logren alcanzar el nivel de madurez requerido para adoptar prácticas de despliegue continuo.