Women at the Table (W@TT) se fundó para ayudar a que más mujeres y grupos infrarrepresentados tengan más asientos y más influencia en las mesas de toma de decisiones. W@TT trabaja para sacar a la luz la exclusión sistemática de las mujeres en la definición de las reglas de la gobernanza mundial, señalando cambios estratégicos en las leyes, reglamentos y normas para lograr la igualdad de género y fortalecer la democracia. Esta es la historia de nuestra asociación.
Los foros multilaterales como las conferencias de la ONU y los eventos de la COP proporcionan el espacio y la infraestructura para decidir la dirección y el impacto de la comunidad internacional, tomando decisiones que afectan a toda la humanidad. No basta con que las mujeres y los jóvenes se limiten a asistir, o incluso a hablar en la sala de conferencias, sino que deben tener una verdadera influencia en los resultados.
Históricamente, las mujeres y los grupos infrarrepresentados han tenido un tiempo de exposición limitado en los eventos multilaterales, a menudo sólo como víctimas que aportan historias de experiencias vividas, o en temas muy aislados. Históricamente no han participado en el desarrollo de soluciones que les afectan directamente o a la comunidad global en general.
La génesis del Género-App
Caitlin Kraft-Buchman, fundadora y consejera delegada de W@TT, se dirigió a Thoughtworks con un reto específico: medir e informar sobre quién consigue hablar y quién es escuchado en los eventos que determinan el mundo.
La oportunidad de trabajar en la intersección entre el empoderamiento de los grupos subrepresentados en los foros mundiales y el uso de IA y ML para obtener una imagen más real de la diversidad y la inclusión fue emocionante.
Hemos visto muchos casos de sesgo de codificación de IA, a menudo sin querer, pero con graves consecuencias. Esta era una oportunidad para cambiar eso y usar la IA para descubrir el sesgo sistémico y construir un camino hacia una representación más igualitaria en el escenario mundial.
Hemos visto muchos casos de sesgo de codificación de IA, a menudo sin querer, pero con graves consecuencias. Esta era una oportunidad para cambiar eso y usar la IA para descubrir el sesgo sistémico y construir un camino hacia una representación más igualitaria en el escenario mundial.
Reunimos un equipo especializado y gratuito que diseñó y construyó la aplicación Gender gap (G-app) en estrecha colaboración con el equipo de Kraft-Buchman, para ponerla a prueba en el Foro de la Paz de París.
La herramienta comprende el tratamiento de dos conjuntos de datos, un motor de visualización y un algoritmo de modelización de temas. La información (anónima) de los delegados y las transcripciones -tanto de los discursos formales como de los debates en la cámara- se procesan y se relacionan con los temas de la conferencia, que el algoritmo genera. El componente de correspondencia de temas fue fundamental para supervisar la amplitud y especificidad de la voz y la influencia, en lugar de limitarse a una mera asignación de tiempo. Es crucial saber, por ejemplo, si las mujeres hablan sobre la violencia de género, pero no tienen voz cuando la pobreza alimentaria, el cambio climático o las finanzas están en la agenda.
El siguiente gráfico muestra el resumen de la distribución de género de uno de los eventos piloto, una conferencia mundial de ciencia y tecnología.
Un enfoque responsable
Para ser inclusiva, la tecnología no debe requerir una formación específica para entender su funcionamiento: los sujetos de la tecnología deben ser capaces de entender cómo se utilizan sus datos, qué se aprende y cómo se toman decisiones que les afectan. Así que el algoritmo de la G-app se diseñó para que fuera completamente explicable.
La G-app es de código abierto y está disponible de forma gratuita para garantizar que cualquier organización dedicada a medir y realizar cambios reales pueda acceder a esta potente herramienta de visualización de datos y avanzar en el análisis de quién habla y quién es escuchado en su entorno de conferencias.
Resultados e influencia
Women at the Table probó la aplicación G en varias asambleas de la Unión Interparlamentaria y en la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, así como en el Foro de la Paz de París. Los indicadores iniciales mostraron que, aunque la representación puede estar cerca de la paridad (40% de mujeres-60% de hombres), el tiempo de intervención refleja un grave desequilibrio (20% de mujeres-80% de hombres) en las mesas de toma de decisiones críticas.
Ahora que este desequilibrio puede medirse, existe una oportunidad real de cambiar. A medida que entendemos estos datos, los organizadores pueden aprender a incluir realmente más ideas y voces que les ayuden a tener influencia en las mesas de toma de decisiones.
Women at the Table tiene una visión amplia de la G-App. Su esperanza es que todas las organizaciones de la ONU la utilicen en los próximos años, y más allá de eso podría utilizarse en las mesas de conversaciones sobre la paz y aplicarse en los parlamentos para dar transparencia al proceso democrático. Incluso podría utilizarse en las mesas de tecnología.
Sabemos que la inclusión aporta resiliencia, solidez y fuerza, ya sea en una charla sobre la paz o en una mesa de tecnología cuando se desarrolla un producto. Todas estas cosas están relacionadas con la calidad de nuestra democracia, la calidad de la inclusión y la igualdad de oportunidades.
Sabemos que la inclusión aporta resiliencia, solidez y fuerza, ya sea en una charla sobre la paz o en una mesa de tecnología cuando se desarrolla un producto. Todas estas cosas están relacionadas con la calidad de nuestra democracia, la calidad de la inclusión y la igualdad de oportunidades.