El cambio climático es uno de los retos más apremiantes a los que se enfrenta la humanidad y el sector tecnológico contribuye con una cantidad cada vez mayor de emisiones. En Thoughtworks creemos que cuestiones como el cambio climático sólo pueden resolverse mediante la solidaridad mundial, con empresas, gobiernos y particulares trabajando juntos para lograr el cambio. Queremos ayudar a nuestros clientes, socios y al sector en general a avanzar juntas hacia un futuro más sostenible.
En 2021, lanzamos Cloud Carbon Footprint, una solución de código abierto que ayuda a nuestros clientes a conocer la huella de carbono de su computación en la nube. Es la única calculadora de la huella de carbono de múltiples nubes de código abierto que existe. Thoughtworks se asocia con nuestros clientes para ayudarles a implantar soluciones e identificar las áreas de interés que proporcionarán los mayores beneficios en términos medioambientales y de inversión, al tiempo que buscan formas de reconfigurar, optimizar o rediseñar su uso de la nube.
Holaluz, una empresa de electricidad y gas renovable en España, nos ha contratado para que le ayudemos a identificar las prioridades para optimizar sus operaciones en la nube. Daniel Fratte, líder de Green Tech en España, comparte su experiencia trabajando con Holaluz en este proyecto centrado en el clima.
¿Cómo describirías la dinámica de su equipo? ¿Cómo trabajaron juntas y colaboraron para hacer posible esta solución?
La dinámica del equipo era ágil, orientada a los objetivos y totalmente colaborativa. Teníamos un backlog bastante directo y conciso que recorríamos la mayor parte del tiempo en pareja o en mobbing. Había momentos en los que el equipo local podía trabajar para conseguir un hito concreto, y luego algunos puntos de control regulares con el cliente y las partes interesadas internas para obtener comentarios, validar las suposiciones y corregir el rumbo si era necesario.
En términos de resultados y productos, instalar la herramienta de supervisión y hacerla técnicamente viable era una parte de la ecuación. La otra implicaba comprender a fondo los parámetros de sostenibilidad que veíamos en nuestro cuadro de mandos y relacionarlos con el contexto de la empresa, lo que nos permitió identificar recomendaciones específicas que se traducirían en ahorros tangibles para el cliente.
Este proyecto también fue un gran ejemplo de cómo un equipo de desarrolladores subcontratados en España trabajaba en el progreso diario durante el sprint y luego se sincronizaba con las empresas de tecnología limpia que desempeñaban un papel de asesoramiento en América del Norte para obtener información, dirección y ayuda para depurar cualquier problema que surgiera.
¿Puedes describir un momento en el que hayan encontrado un obstáculo o tenido opiniones diferentes sobre cómo proceder? ¿Cómo resolvieron el problema y cuál fue el resultado?
Desde el principio estuvimos totalmente de acuerdo en lo que significaba el éxito de este proyecto, por lo que nuestras opiniones no eran demasiado divergentes. En cuanto a los obstáculos, nos enfrentamos a un par de ellos. Fueron principalmente de naturaleza técnica, por ejemplo, por no tener suficientes privilegios en la nube del cliente para desplegar recursos a voluntad, o por no tener suficiente tiempo para implementar algunos extras interesantes e innovadores que se nos ocurrieron durante la implementación de la solución. En cualquier caso, los solucionamos manteniendo un breve loop de feedback con las stakeholders técnicas del cliente, haciendo pairing con ellas y evaluando constantemente las prioridades a medida que surgen cosas. Mantuvimos una mentalidad ágil y de "fail fast" todo el tiempo.
¿Cómo fue el trabajo en este proyecto para ti como tecnólogo? ¿Qué aprendiste?
Aprendí muchas cosas interesantes en relación con la tecnología, por ejemplo, he mejorado mis habilidades de programación con Typescript (el lenguaje de nuestra herramienta), he aumentado mis conocimientos sobre Infrastructura utilizando Terraform y AWS, y, más conceptualmente, he comprendido un poco más la facturación y los datos de uso de los recursos en la nube. Esto último, en particular, ha sido un componente clave de un cambio cultural y de mentalidad más amplio en mí. Como ingenieros, debemos ser conscientes del impacto (tanto en términos de dinero como de carbono) de los productos y servicios que desarrollamos e implantamos en la nube. La sostenibilidad es, sin duda, un nuevo requisito transversal que debemos tener en cuenta a la hora de diseñar los productos.
¿Qué se siente personalmente al trabajar en un proyecto que tiene un impacto positivo en el medio ambiente?
Personalmente, esto ha sido muy satisfactorio. La emergencia climática es un problema que está delante de nosotros y para abordarlo será necesario que todos los actores de la sociedad pongan de su parte. Yo diría que nosotros, como tecnólogos, somos clave en este esfuerzo conjunto, ya que comprendemos realmente el impacto de la tecnología en la sociedad, las partes que vemos, pero también las que aún no reconocemos como trabajadores altamente cualificados que están ahí operando en la parte de atrás.
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