Enable javascript in your browser for better experience. Need to know to enable it? Go here.
Lenguaje inclusivo: una forma más empática de comunicación

Lenguaje inclusivo: una forma más empática de comunicación

La idea de un lenguaje inclusivo puede llegar a sonar absurdo para algunos/as. Esto se ha vuelto un motivo de debate constante entre las personas que se rigen por lo que dicta la Real Academia Española y quienes creen que el cambio del lenguaje es algo que se construye socialmente. Pero, ¿te das cuenta del verdadero trasfondo de esto? 

 

Por mi parte, siempre me ha fascinado la diferencia que existe entre el idioma inglés y el español (o cualquier lenguaje proveniente del Latín en este caso). A pesar de que ambos idiomas utilizan el alfabeto romano y los sonidos de las letras son similares, algo que resalta bastante dentro del idioma inglés es que todos los adjetivos y artículos son dirigidos a un sujeto sin un género definido.

 

Por ejemplo, cuando hablamos de un/a perro/a decimos “dog” sin una distinción en específico, dejándolo a la libre interpretación en dado caso. Si queremos determinar su género, lo clasificamos con un adjetivo al comienzo: ”Female Dog''. Sin embargo, la distinción de género es solo necesaria en algunos casos.

 

El español es algo completamente diferente, ya que casi todos los adjetivos, pronombres y artículos tienen una distinción de género.

 

Ahora vamos a cómo se representa esto en el castellano

 

Nos hemos acostumbrado a referirnos de manera masculina en cualquier situación: decimos “todos”, utilizamos adjetivos como “generosos” a un gran grupo de personas y hasta hemos decidido que la manera de referirse a cualquier ser humano es diciendo que es “el hombre”. Pero, ¿Por qué no es extraño que usemos formas masculinas para referirnos a personas que no se identifican con el género masculino?

 

Si lo pensáramos de manera inversa, utilizando el femenino para referirnos a personas de género masculino, muchas y me refiero a MUCHAS personas se sentirían confundidas, incómodas y probablemente te corregirán. Aunque no lo creas, en algunas culturas con un machismo muy marcado, algunos hombres incluso se sentirían ofendidos por esto. 

 

Al investigar un poco más sobre teorías feministas con relación al lenguaje, me encontré con un concepto muy interesante, que me parece bastante acertado: Aquello que no se nombra, no existe.

No hay manera más eficaz de ocultar, invisibilizar e incluso negar la existencia de algo o alguien que no nombrándolo
Isabelle Dudzinski
Miembro de la Red de Género de Amnistía Internacional

Una de las soluciones para hacer que todas las personas se sientan incluidas es cambiar la forma de comunicarnos. Existe un lenguaje que puede ayudarte a referirte a las personas de una manera más empática y respetuosa, al cual me referiré hoy como: lenguaje inclusivo.

 

El lenguaje inclusivo es una forma de comunicación que busca pensar más allá del género femenino y masculino, usando alternativas neutrales para referirnos a cualquier persona en la misma comunicación, sin importar si es femenino, masculino o no binario.

 

Cómo adopto este lenguaje

 

Hay muchas maneras de implementar lenguaje inclusivo, desde mi experiencia como Especialista de contenido, rol en el que debo ser muy consciente de utilizar lenguaje inclusivo, creo que el idioma castellano es un idioma con una amplia variedad de palabras, por lo cual se pueden escoger alternativas, como los sustantivos que se utilizan de la misma manera en masculino y en femenino, evitando utilizar artículos o pronombres que determinen el género. Por ejemplo:

 

  • Desarrolladores> Personas desarrolladoras

  • Empleados> Personas que trabajan en la empresa

  • Los directores> La dirección

  • Ejecutivos> Personas ejecutivas

  • Los diputados> El congreso

 

En caso de no poder hacer este cambio, existen otras alternativas. Algunas personas usan la “@” al final, otras “x”, que es una posibilidad, pero en términos de accesibilidad se recomienda no utilizar el @ o el x en las comunicaciones, ya que esto limita el uso del lenguaje escrito a aquellas personas que usan lectores de pantalla y/o tienen discapacidades visuales. Para utilizar este lenguaje neutro de una manera inclusiva, es recomendado utilizar la terminación “e”.

 

Otras personas prefieren incluir la versión femenina y masculina. Esta puede ser una gran alternativa para empezar, puede llegar a aumentar un poco las palabras y ser un poco extraño al comienzo, pero una vez que te acostumbras, se vuelve rutinario y parte de tu día a día. Sin embargo, recuerda que este tipo de comunicaciones no necesariamente es representativo para todas, ya que existen personas que no se identifican con géneros masculinos y femeninos.

 

Hay personas que en vez de poner todo en masculino, han optado en hacer lo contrario y ponerlo en femenino. El femenino genérico forma parte de los “recursos que los hablantes utilizan para reflejar una realidad que ha cambiado”. Esto es bajo la creencia de que el lenguaje es una gran herramienta, que puede ser utilizada para combatir la desigualdad, haciéndole frente al masculino genérico.

 

Cualquier forma de lenguaje inclusivo que tu quieras implementar va a ser la correcta, solo intenta empezar por algo pequeño hasta llegar a grandes cambios. Recuerda que la forma de expresarnos dice mucho de las personas que somos. ¿Quieres continuar comunicándote como siempre lo has hecho o te atreves a empezar a utilizar lenguaje inclusivo?

Aviso legal: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son las del autor/a o autores y no reflejan necesariamente las posiciones de Thoughtworks.

¿Quieres formar parte de nuestro equipo?