Aunque la infraestructura como código es una técnica relativamente antigua (la expusimos en el Radar en el 2011) se ha vuelto vitalmente importante en la era moderna de la nube, donde el acto de configurar la infraestructura se ha convertido en el paso de instrucciones de configuración a una plataforma en la nube. Cuando decimos “como código”, significa que todas las buenas prácticas que hemos aprendido en el mundo del software deberían ser aplicadas a la infraestructura. El uso del control de versiones, adherirnos al principio DRY, modularización, mantenibilidad, y el uso de pruebas y despliegues automatizados son todas prácticas críticas. Aquellos de nosotros con fuerte trasfondo de software e infraestructura necesitamos empatizar y ayudar a los colegas que no lo tengan. Decir “tratemos la infraestructura como código” no es suficiente, necesitamos asegurarnos de que los aprendizajes que nos costaron tanto obtener del mundo del software sean también aplicados consistentemente a lo largo del dominio de la infraestructura.