En la carrera por aprovechar lo último en IA, muchas organizaciones están adoptando rápidamente modelos de lenguaje de gran tamaño (LLMs) para una variedad de aplicaciones, desde la generación de contenido hasta procesos complejos de toma de decisiones. El atractivo de los LLMs es innegable; ofrecen una solución aparentemente sin esfuerzo a problemas complejos, y los desarrolladores a menudo pueden crear dicha solución rápidamente y sin necesidad de años de experiencia en aprendizaje automático profundo. Puede ser tentador implementar una solución basada en LLM tan pronto como esté más o menos funcionando y luego continuar. Aunque estas pruebas de valor basadas en LLM son útiles, recomendamos a los equipos que miren cuidadosamente para qué se está utilizando la tecnología y consideren si un LLM es realmente la solución final adecuada. Muchos problemas que un LLM puede resolver — como el análisis de sentimientos o la clasificación de contenido — se pueden resolver de manera más barata y sencilla usando procesamiento de lenguaje natural (NLP) tradicional. Analizar lo que el LLM está haciendo y luego analizar otras soluciones potenciales no sólo mitiga los riesgos asociados con el uso excesivamente entusiasta de LLM , sino que también promueve una comprensión y aplicación más matizada de las tecnologías de IA.