Crossplane es otra entrada en la clase de herramientas implementadas por el Patrón Operador en Kubernetes pero con efectos secundarios que van más allá del clúster de Kubernetes. En nuestro último Radar mencionamos Kube-managed cloud services como una técnica, y Crossplane hace justamente eso. La idea es aprovechar el plano de control de Kubernetes para proporcionar los servicios en la nube de los que depende tu despliegue, incluso si no están desplegados en el propio clúster. Algunos ejemplos son instancias de bases de datos administradas, balanceadores de carga o políticas de control de acceso. La herramienta es destacable por dos razones. La primera, demuestra el potente y flexible entorno de ejecución del plano de control subyacente de Kubernetes. No existe un límite real al rango de recursos personalizados soportados. Segundo, Crossplane provee una alternativa a las opciones habituales de uso de Terraform, CDK o Pulumi. Crossplane viene con un conjunto de proveedores predefinidos para los principales servicios en la nube que cubren los aprovisionamientos más comunes. No intenta ser una herramienta de infraestructura como código (IaC) de propósito general, sino más bien un complemento de las cargas de trabajo que se despliegan en Kubernetes. A menudo asociado con la práctica de GitOps, Crossplane se mantiene por sí solo y permite permanecer dentro del ecosistema de Kubernetes cuando sea necesario administrar los recursos externos de la nube. Sin embargo, Crossplane no ayuda con aprovisionamiento a Kubernetes propiamente; necesitará al menos otra herramienta IaC para iniciar el clúster.